La elección del menú de la boda es uno de los momentos más difíciles para los novios. Una buena selección hará que todo salga rodado
Hay mucha gente a la que complacer y se invertirá mucho dinero para que todo sea perfecto en una de las comidas que más recordaréis a lo largo de vuestra vida.
Las dudas se amontonan en la mente de los novios cuando llega este momento. Desde si optar por un menú clásico que sea del gusto de todos, a optar por propuestas gastronómicas diferentes y algo más atrevidas. Uno de los aciertos seguros es el cortador de jamón. Un aperitivo a base de jamón de bellota y un buen vino nunca decepcionan.
Teniendo en cuenta que la temporada de bodas comienza en abril, y que la mayoría de estas celebraciones tienen lugar en primavera y en verano, habrá que tener presente que la mayoría de los invitados buscarán refugio en bebidas frías. A partir de este momento, comienza el cóctel, que debe estar provisto de, como mínimo, tres tipos de bebidas básicos pertinentes (cerveza, vino y refrescos), aunque hay mucho más donde puedes escoger.
Para buscar la variedad y lo saludable, aprovecha la alegría del té helado, los zumos naturales y los smoothies, variantes muy refrescantes y sin alcohol que, en el caso de los últimos, utilizan frutas variadas con una preparación 100% natural.
También puedes incluir sangría (de vino tinto, blanco o champán), o cócteles. Lo importante es calmar la sed de tus invitados, pero también ofrecer alternativas y generar buena impresión, ya que es el primer detalle gastronómico que se van a encontrar y por eso hay que saber cómo elegir la bebida.
Para el banquete, despliega una selección de diferentes vinos, cervezas, refrescos y alternativas como cócteles para los más atrevidos. Para la fiesta, no olvides disponer de variedad de bebidas alcohólicas, con marcas de calidad y mezclas habituales, incluyendo sorpresas para momentos puntuales. Arriésgate con innovaciones proponiendo una comida en forma de cóctel.
Lo mejor para este tipo de celebraciones son las tablas. Son una idea simple, ya que los invitados se sirven ellos mismos y hay sabores para todos los gustos. Pueden combinar charcutería, quesos, distintos tipos de panes y galletas, frutos secos, fruta fresca, salsas de diferentes sabores y colores que además le darán un toque de luminosidad a la presentación.
Las tablas son una idea de cóctel económico para bodas, ya que se pueden adaptar al presupuesto de cada uno. Las puedes acompañar con brochetas de frutas y verduras, y con algunos productos preparados como mini empanadas.
Cada vez es más habitual que haya invitados con alergias alimentarias, como es el caso de los celíacos. Por lo que también podéis optar por ofrecer algunas alternativas sin harinas como ceviches, brochetas de carne y verduras o tortilla de patata para ellos.
Bailar y pasarlo bien abre el apetito, por lo que un snack en medio de la fiesta es una excelente idea para recargar energías y seguir disfrutando. Para este momento las opciones de comida rápida son simples de consumir en mitad de la pista. Conos de patatas fritas, mini hamburguesas, sándwiches o hasta trozos de pizza pueden causar furor entre los asistentes.
En cambio, si estás buscando ideas de comida dulce puedes optar por los tradicionales vasos de postres con sabores de limón, chocolate, y sumarle opciones como bombones de chocolate, mini pasteles, macarons y mini cupcakes.
E igual que cuidaréis la presentación de vuestro look nupcial –intentando escoger el más perfecto de los vestidos de novia, por ejemplo, o uno de esos trajes de novio únicos y maravillosos–, el aperitivo también deberá dar la mejor de las impresiones, entrando primero por la vista y enamorando al paladar después. Sin duda, la mejor de las bienvenidas tras la ceremonia y antes del copioso banquete. ¡Qué no falten los bocados deliciosos ni las explosiones de color y de sabor, acompañadas de la mejor de las presentaciones! Disfrutad de un aperitivo tan inolvidable como el resto de la jornada nupcial.