La pedida de mano no podría haber sido más especial. Era mayo, el mes del cumpleaños de Sara. Como regalo, Alex le sorprendió con un viaje a Turquía.
Pasaron unos días maravillosos descubriendo Estambul, una ciudad mágica. Después llegó el momento de ir hacia el siguiente destino, Capadocia. Sara siempre había tenido muchas ganas de visitar ese lugar. Veía las fotos del amanecer repleto de espectaculares globos de colores en el cielo, y le parecía mágico.
La mañana del 23 de Mayo de 2019, se levantaron muy pronto y subieron a la azotea del hotel. Alex se había puesto de acuerdo con el hotel para disfrutar de un desayuno privado en la azotea para ver el amanecer con todos los globos ascendiendo.
Además de la pareja había también un fotógrafo. Les empezó a hacer fotos mientras disfrutaban de ese momento. Como por casualidad, el fotógrafo le dijo a Sara que se girase hacia el horizonte, para hacerle unas fotos sola. Alex y el fotógrafo lo tenían todo hablado.
Mientras se giraba, Alex se preparaba muy nervioso. Allí en ese lugar mágico en algún punto de Capadocia, con el cielo rosa y los globos de colores en el cielo, se arrodilló y sin apenas poder pronunciar palabra le pidió a Sara que se casara con él.
En palabras de Sara: “después de 7 años juntos, de haber recorrido medio mundo y haber vivido infinitas aventuras, no podía haber creado un momento más especial y acertado para pedirme matrimonio”.
Por fin, el 4 de julio de 2020 pudieron celebrar su pre-boda inspirada en Wonderland y organizada por la wedding planner Priscila Llorens.
¡Fue perfecto! Estaban todos los detalles con los que podrían haber soñado. Empezando por la espectacular iluminación de Sona, que les preparó un cielo de guirnaldas al estilo de un gran circo. Además de todas las paredes cubiertas de luces pequeñitas que teñían el evento de color rosa.
El Grupo Alvisa se encargó de las atracciones, de los globos y de los food trucks. Los invitados pudieron disfrutar de un toro mecánico, de un castillo hinchable, de un carrusel y de máquinas expendedoras de gancho con peluches. También crearon un arco de bienvenida con 300 globos inspirado en Wonderland, y un cartel a medida diseñado por Mario Cuellar. Los invitados pudieron deleitarse con el catering de La Casita de Villaviciosa y, como no podía ser menos, con algodón de azúcar, palomitas, perritos calientes y la barra y bebidas de Premium Mixes. Para acabar de crear el ambiente perfecto, Dándole Ritmo puso la banda sonora a la noche.