Todas las fotografías són de Marga de Rojas
Han pasado 23 años desde que Virginia y Pedro se encontraron por primera vez, una gran amistad de niños en secundaria que se vio afectada una vez tomaron caminos distintos para irse a estudiar su carrera profesional fuera de Málaga.
No obstante, tiempo después la vida los reencontró, ella ya como fisioterapeuta y él como veterinario, para iniciar con una hermosa historia de amor.
No tenían pensado casarse, pero celebrando su aniversario en “El Pimpi” -el local más mítico de toda Málaga- se produjo la inesperada pedida.
Inmediatamente comenzaron con los preparativos de su boda, asistiendo a la feria de bodas en el Palacio de Congresos, lugar en donde conocieron a los videógrafos Ana y Pablo de Yes and Tonic y a la fotógrafa Marga de Rojas, quienes les ayudaron a capturar de una manera increíble cada momento de ese día inolvidable. “Marga a su vez nos hizo sentir muy especiales y queridos, justamente lo que buscas en un día tan importante”, comentó Virginia.
Los novios destacan el video de invitación de la boda, en el que se atrevieron a salir de su zona de confort y crear algo que realmente hablaba sobre ellos y su personalidad: divertida y extravagante. “Nos produjeron un remix de Gasolina con tal de hacer una sesión muy diferente y creativa. Somos muy fans de Daddy Yankee y a todos los invitados les encantó”, en palabras de la novia.
La pareja decidió unir sus historias en el mar de Málaga en El Candado Beach, donde de la mano de Carla, la wedding planner del lugar, lograron contar con todo lo que siempre habían querido y olvidarse de aspectos de la organización que desconocían y que sin su ayuda no hubieran podido lograr. Por su parte, la construcción de la decoración y ambientación del sueño de los novios estuvo a cargo de Jessica de I-Blue Studio.
El vestido de novia fue de Pilar Ruiz, un diseño perfecto que transmitía increíblemente su esencia. “La verdad que iba muy cómoda y me sentía muy bien en él”, comenta la novia. El peinado y el maquillaje de Virginia y de algunas de sus invitadas, fueron obra de Lucía de Hilo Handmade “Hizo lo que quería y lo que me quedaba bien, ya que creo que todas tenemos miedo de que en el día de nuestra boda el maquillaje no encaje con nosotras”. Como último toque en el cabello, un tocado de Rosa Campo, que se convirtió en “ese algo especial”.
Félix Ramiro fue el encargado de vestir al novio en este día tan especial, con un modelo que le quedaba como un guante. Pedro se dejó llevar por su creatividad y también se dejó asesorar, sintiéndose muy cómodo en todo el proceso. Su look final, un esmoquin en blanco y negro de pura lana virgen súper 120, que lo hizo lucir increíble.
Y así fue, con sus amigos dirigiendo una ceremonia de la que solo conocían pinceladas, al atardecer en la playa con la bahía de Málaga de fondo y ante todos sus seres queridos se dieron el “sí, quiero”.
El resto de la noche… no se puede contar. Pero por supuesto que fue un sueño hecho realidad.
Virginia y Pedro, ¡os deseamos que seáis muy felices!