Fotografía: Adrian Awes
El destino a veces juega sus cartas de la manera más inesperada. Para Ros y Noelia, ese destino se manifestó en las aulas del colegio La Salle allá por el 2008, en una historia de amistad y complicidad.
Ros, proveniente del Liceo, y Noelia, una alumna de toda la vida en La Salle, se encontraron sentados juntos el primer día de clase y, poco a poco, lo que comenzó como una simple coincidencia pronto se convirtió en algo más profundo. El amor entre ellos comenzó a florecer, hasta que una noche de Halloween, Noelia invitó a Ros a unirse a su comparsa, desatando chispas que, finalmente, los llevarían a salir juntos el 11 de noviembre de 2008.
Sin embargo, el matrimonio no era algo que, al principio, estuviera en los planes de esta pareja. Ambos habían estado trabajando como camareros en bodas desde los 16 años, sumando esfuerzos a sus trabajos diarios. La idea de casarse no les resultaba especialmente atractiva, cansados como estaban de presenciar bodas semana tras semana. Pero el destino les tenía preparada una sorpresa.
Fotografía: Adrian Awes
Descubrieron un lugar especial, el Salón de Bodas Saucs de Olimar en Chiva, cuyo dueño, Josemi, no solo era su jefe, sino también un buen amigo. Desde el momento en que se conocieron, Josemi les animaba y así, poco a poco, se fueron sumergiendo en los preparativos de lo que sería el día más especial de sus vidas.
Fotografía: Adrian Awes
Una vez conseguido el espacio, la pareja se puso manos a la obra con la elección de sus diseños nupciales. Noelia lucía radiante con un modelo de Jorge Aparisi, acorde con su estilo de personalidad. En cuanto al atuendo del novio, Ros escogió un chaqué azul con chaleco exclusivo en color blanco de Félix Ramiro. Esta elección no fue casualidad. Ros, conocido por su meticulosidad en las compras, buscaba algo que realmente le convenciera. Para Ros, fue la mejor elección que pudo haber hecho. La amplia gama de opciones, el buen trato y la atención personal de Félix Ramiro. Félix Ramiro desde el primer momento supo entender y cumplir con todas sus expectativas, hicieron que finalmente decidiera elegir su traje allí.
Fotografía: Adrian Awes
Boda con temática viajera
La temática de su boda reflejaba una de sus grandes pasiones: los viajes. Siendo amantes de las escapadas, tenían una conexión especial con muchos lugares alrededor del mundo, lugares que guardaban con cariño en su memoria y en su corazón y que, también debían formar parte de este día.
Entre los recuerdos más preciados de aquel día, destaca un momento mágico que compartieron con sus invitados. Sorprendieron a todos sacando bengalas con botellas de chupitos, creando un ambiente de fiesta y celebración único. Pero la sorpresa más grande fue para ellos, cuando sus amigos se levantaron de sus sillas para hacerles un baile improvisado, llenándolos de emoción y alegría.
Seguro que nunca olvidarán esa imagen de su memoria, aunque el equipo de Adrian Awes y de Jose Luis Cortes se encargaron de inmortalizar cada momento de este mágico día.
Fotografía: Adrian Awes
Pero más allá de los detalles tangibles, lo que realmente hizo especial este enlace fue el amor y la conexión que mostraba la pareja. Así es como la historia de Ros y Noelia demuestra que el amor verdadero puede surgir en los lugares más inesperados, y que el camino hacia el matrimonio puede estar lleno de sorpresas y momentos inolvidables.
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