Madrid se consolida como una de las grandes capitales europeas de la moda. Un reto ambicioso, pero que, tras lo vivido hoy, parece cada vez más alcanzable.
La primera jornada de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid arranca con fuerza, mirando al futuro y reivindicando la artesanía en el presente. En su 40ª edición, la pasarela madrileña —la más relevante de España— se convierte en la gran fiesta de la moda nacional, anticipando el verano de 2026.
Pedro del Hierro
Pedro del Hierro presentó en la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid su colección primavera/verano 2026, titulada La Gran Metrópoli, en el Palacio de Cristal de Cibeles.
La propuesta es un homenaje contemporáneo a la ciudad como escenario de glamour, fiesta y arquitectura urbana. Inspirada en la energía del solsticio de verano, la colección despliega una paleta de naranjas, burdeos, amatistas y rojos granada, en contraste con blancos, negros y azul pato. Referencias artísticas como Mark Rothko, Sho Shibuya u Olafur Eliasson enriquecen el imaginario.
Adolfo Domínguez
Adolfo Domínguez presenta ZENIT, una colección que busca un momento de plenitud. El cénit es ese instante en el que la luz alcanza su punto más alto y el paisaje parece detenerse. Esa calma expansiva, esa consciencia suspendida, inspira una serie de vestidos y estampados en tonos grises, con matices que evocan reflejos en el agua y tejidos que sugieren más de lo que muestran.
Simorra
Simorra presenta Fractals, una colección que parte de una idea esencial: todo existe, nada es completamente nuevo. La vida, con su conocimiento infinito, ya ha inventado cada forma y cada geometría. En ese juego ancestral de repeticiones y transformaciones, descubrimos la belleza de los patrones que se expanden sin fin.
Los fractales, guiados por una matemática vital, revelan un modelo oculto en la trama misma del universo. El ser humano, en su impulso casi inocente por crear, se convierte en intérprete de esa belleza infinita y narrador de un lenguaje que la naturaleza escribió mucho antes.
Félix Ramiro
Félix Ramiro volvió a conquistar la pasarela por noveno año consecutivo con su última propuesta: la colección “Embrujo”, un trabajo que aúna tradición, elegancia y modernidad en un diálogo único con la esencia de la sastrería.
“Embrujo es presencia”, define el propio creador. Es atracción silenciosa, elegancia innata, un magnetismo que no se explica, pero se siente. Una colección que nace de la autenticidad, de una sensualidad que no grita, sino que cautiva. Inspirada en el arte de los azulejos —nazaríes, mudéjares y renacentistas—, la propuesta integra la fuerza estética de sus mosaicos en exclusivos estampados que otorgan carácter y sofisticación a cada prenda.


