En la zona alta de Barcelona, el Atelier de MANU GARCÍA se convierte en escenario de inspiración para novias que buscan exclusividad y elegancia.
Conversamos con Antonio Vázquez, diseñador de la casa, y con Trinidad Padilla, responsable de la boutique, sobre la colección cápsula LUZ PROPIA: una propuesta que reafirma el compromiso de la firma con el diseño contemporáneo y la excelencia artesanal, consolidando su papel como referente de la moda nupcial en la ciudad.
ANTONIO VÁZQUEZ, diseñador
1.- ¿Cómo describiría la identidad creativa de la marca Manu García y de
qué manera busca innovar en cada colección?
La identidad creativa de Manu García es una fusión entre la tradición artesanal y una visión contemporánea de la moda nupcial y de fiesta, siempre respetando la esencia de la marca, que se caracteriza por la elegancia femenina y sofisticada, el cuidado artesanal, el romanticismo atemporal y el equilibrio entre clasicismo y modernidad, respetando códigos tradicionales pero reinterpretando los, con un aire actual.
En cuanto a la innovación, en cada colección buscamos sorprender y evolucionar a través de la exploración de nuevos tejidos, combinando texturas clásicas como mikados o encajes con propuestas más ligeras y fluidas. También buscamos innovación en el patronaje de nuestros modelos, haciéndolos más versátiles y vanguardistas, adaptándolos a la novia actual, que busca personalización, comodidad y un diseño exclusivo.
Resumiendo, nuestra identidad se sostiene en el arte de la costura “Made in Spain”, pero con un espíritu innovador que se reinventa en cada colección para dialogar con las tendencias y con las necesidades de la mujer contemporánea.
2.- Presentáis la colección cápsula Luz Propia de Manu García. ¿Qué esperáis de este lanzamiento, qué ofrece esta colección y por qué merece la pena animar a las novias a visitar el Atelier y disfrutar de esta colección cápsula? ¿Qué te inspiró en esta colección y que mensaje deseáis transmitir con ella?
Con LUZ PROPIA, invitamos a las novias a descubrir una colección cápsula íntima y muy especial, creada para mujeres que desean que su vestido refleje su esencia más auténtica. De este lanzamiento esperamos que cada novia encuentre no solo un diseño, sino un vestido que ilumine su personalidad, su forma de amar y de soñar. Esta colección ofrece siluetas versátiles, con piezas que se pueden combinar entre ellas, tejidos delicados y detalles artesanales que marcan la diferencia, pensados para una novia contemporánea que busca la elegancia sin renunciar a la comodidad y a la emoción.
Visitar el atelier es una experiencia que va más allá de elegir un vestido, es adentrarse en un espacio único donde la costura se convierte en arte y cada detalle se diseña a medida, para que cada novia sienta que su luz personal es el verdadero hilo conductor del proceso creativo de su vestido.
La inspiración nace de la idea de que todas las mujeres poseen una luz interior, de ahí surge el uso de tejidos que capturan y reflejan el brillo, como gasas metálicas y aplicaciones florales que evocan destellos.
El mensaje que deseo transmitir con esta colección tan especial, es que la verdadera belleza de una novia no está en seguir una tendencia, sino en dejar brillar lo que la hace única.
3.- ¿Cuáles son los detalles o técnicas artesanales que más le gusta trabajar y que considera distintivos de la marca?
Los detalles y técnicas artesanales que mejor definen a MANU GARCÍA y que se han convertido en parte de la identidad de la firma suelen girar en torno a la tradición de la costura, interpretada con una mirada contemporánea. Bordados y aplicaciones a mano, encajes exclusivos trabajados con transparencias estratégicas que generan romanticismo, drapeados y plisados. Además de un corte y patronaje vanguardista, con siluetas pensadas para realzar la silueta de la mujer de forma elegante, con espaldas espectaculares, escotes estudiados y terminaciones manuales hechas a mano que garantizan calidad y comodidad. Estas técnicas de confección, son distintivos de la marca que transmiten el valor del trabajo artesanal, la exclusividad y la búsqueda constante de un equilibrio entre la tradición y la vanguardia.
4.- Sabemos que el factor “personalización” es uno de los grandes puntos fuertes de los talleres. Dicho esto, ¿puede contarnos cómo es ese proceso creativo a la hora de convertir el sueño de la novia en un vestido único.
La personalización es, sin duda, el corazón de nuestro trabajo en el Atelier. Cada novia llega con una ilusión, una idea, a veces un recuerdo o incluso una emoción. Nuestro proceso creativo comienza siempre escuchándola, entendiendo quien es ella, cómo imagina su día, qué le hará sentirse auténtica. A partir de ahí, empezamos a dibujar un camino conjunto, no se trata de adaptar un diseño ya existente, sino de dar forma a un vestido que sea reflejo de su personalidad. Seleccionamos tejidos, jugamos con siluetas y detalles hasta que la novia se reconoce plenamente en cada decisión. El proceso es muy cercano y artesanal, pruebas donde el vestido va cobrando vida poco a poco y ajustes minuciosos que hacen que todo encaje a la perfección. Nos gusta pensar que cada puntada no solo cose tejido, sino la historia y los sueños de cada mujer. Al final no es un vestido único, sino una experiencia emocional, la novia siente que juntos hemos creado un vestido para uno de los momentos más importantes de su vida y que su luz personal ha quedado plasmada en cada detalle.
5.- ¿Cómo es la colaboración entre el diseñador y la novia durante las pruebas?
La colaboración entre el diseñador y la novia es siempre un proceso de confianza mutua. Aunque no siempre puedo estar presente en todas las pruebas, la novia nunca deja de sentirse acompañada. Nuestro equipo de Atelier está formado por profesionales altamente cualificados que trabajan siguiendo las directrices creativas y el espíritu de cada diseño. En la primera toma de contacto, bajo cita previa, suelo estar presente, porque ahí se definen las líneas principales del vestido, la silueta, los tejidos, los detalles que harán único el diseño. Después, en cada prueba, el equipo traslada mis indicaciones con la máxima precisión, y además recoge las sensaciones de la novia, cómo se siente, qué pequeños ajustes desea, qué movimientos necesita… Gracias a esa comunicación constante entre Atelier, diseñador y clienta, el proceso es fluido. Cada decisión, desde un ajuste en el escote hasta la caída de una falda pasa por las revisiones del equipo de diseño, garantizando que el vestido conserve la esencia con la que fue concebido. De esta forma, aunque yo no esté físicamente en las pruebas, la novia tiene la certeza de que estoy presente en cada puntada, porque todo el proceso está impregnado de la identidad de la marca.
TRINIDAD PADILLA, responsable de la boutique de Barcelona
1.- ¿Cómo describiría la experiencia de quien entra por primera vez en el Atelier Manu García de Barcelona?
La experiencia de visitarnos por primera vez la podemos describir con las sensaciones de calidez y cercanía. Nuestra intención es que la novia se sienta acogida desde el primer momento, en un espacio donde pueda recibir orientación sincera, probarse con calma y descubrir qué tipo de vestido conecta más con ella.
2.- ¿Cuál es el papel de la atención personalizada en la relación con las novias?
Es la base de todo. La novia debe sentirse escuchada y establecer este vínculo con ella es el primer paso para acompañarla en la elección de su vestido. No se trata solo de mostrar diseños, sino de detenerse en su historia, en su manera de hablar, en su estilo de vida… Cada detalle nos da pistas: cómo se mueve, cómo sonríe, qué cosas le emocionan o le incomodan.
Esa primera conversación es clave para captar, casi de inmediato, su personalidad y su estilo. Una novia urbana y práctica no buscará lo mismo que una novia romántica que sueña con un vestido lleno de detalles; una mujer que vive de la moda querrá reflejar tendencia, mientras que otra preferirá sencillez atemporal.
También es fundamental observar su fisonomía, su estatura, sus proporciones, la manera en la que se siente cómoda con su propio cuerpo. Todo ello orienta a dar pasos certeros, proponiendo siluetas, tejidos y cortes que la realcen y la hagan sentirse ella misma.
En definitiva, escuchar y observar con sensibilidad es la base para acertar en la elección del vestido, porque más allá de un diseño, se trata de descubrir qué versión de sí misma quiere mostrar la novia en uno de los días más importantes de su vida.
3.- ¿Cuántas pruebas suele tener una novia y cuáles son los plazos habituales?
Normalmente solemos hacer entre dos y tres pruebas, aunque puede variar según los ajustes que se necesiten. Los plazos habituales oscilan entre seis y ocho meses antes de la boda, para asegurar que todo se realiza con la tranquilidad y el cuidado necesarios.
4.- ¿De qué manera acompaña el taller a la novia después de elegir el vestido?
El acompañamiento continúa hasta el final. Una vez elegido el vestido, estamos presentes en cada prueba, resolviendo los ajustes y cuidando de cada detalle. Nuestro objetivo es que la novia llegue al día de la boda sintiéndose segura y cómoda con su vestido.
5.- ¿Cuál es la mayor diferencia entre comprar un vestido de colección y optar por un proceso de personalización en el Atelier?
El vestido de colección refleja perfectamente el estilo de la marca y es ideal para novias que conectan directamente con él tal cual se presenta. La personalización, en cambio, permite añadir detalles o modificar aspectos del diseño para que se adapte aún más a la novia, su figura, su estilo personal o el tipo de boda que va a celebrar, y así crear un modelo único. Ambas opciones son válidas, pero la personalización ofrece ese plus de exclusividad y cercanía.
En definitiva, escuchar y observar con sensibilidad es la base para acertar en la elección del vestido, porque más allá de un diseño, se trata de descubrir qué versión de sí misma quiere mostrar la novia en uno de los días más importantes de su vida.


